Carlos Parga – Fisioterapia y Osteopatía

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¿Qué es la Osteopatía?

La osteopatía es una Ciencia (como explica en un excelente artículo J. Fermín López Gil), que busca estimular los procesos fisiologicos del organismo. No impedir ni evitar los procesos incorrectos (fisiopatológicos), si no estimular los correctos (fisiológicos). Esto incluye procesos bioquímicos, físicos y neurológicos/emocionales.

En caso de que haya un proceso patológico, la osteopatía puede continuar estimulando los procesos fisiológicos, formando parte (a no ser que esté contraindicada) de un tratamiento terapéutico específico de la patología (junto con un médico, nutricionista, psicólogo, podólogo, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, etc. según corresponda). En este sentido, el osteópata puede actuar coordinado con otros profesionales de la salud.

Al tener como objetivo el estímulo de los procesos fisiológicos, es una excelente forma de realizar prevención.

En este enfoque no es única, pues nos encontramos con otros enfoques afines como el de la medicina biológica o integrativa. Lo que la diferencia de otras terapias es qué utiliza esencialmente las manos para el tratamiento. También se puede apoyar de recomendaciones, ejercicios, estiramientos, pautas de alimentación, meditaciones y otras  técnicas comunes a otras formas de terapia.

Aspecto físico

El principal objetivo a nivel físico es mejorar nuestra eficacia mecánica, dicho con otras palabras que nos movamos con más facilidad y fatigándonos menos. Con eso nos sentiremos más vitales y con menos dolor.

En este sentido valoramos aspectos como el equilibrio de tensión entre los distintos músculos y fascias que realizan un movimiento (o mantienen una postura), la buena movilidad y coordinación articular, o el buen funcionamiento de nuestros mecanismos postulares que nos mantienen de pie contra la gravedad.

Esto nos permite gastar menos energía manteniendo la postura y moviéndonos, lo que lleva a menos fatiga, menos esfuerzo muscular (y por tanto menos dolor) y mayor precisión en los gestos dinámicos.

Aspecto químico

El buen funcionamiento mecánico está íntimamente relacionado con el buen funcionamiento químico. Pues no es posible que el músculo se contraiga, se relaje y se regenere correctamente sin una buena oxigenación y un buen aporte de nutrientes. Lo mismo podemos hablar de cualquier otro tejido del cuerpo, cualquier función necesita al menos nutrición, oxigenación y regeneración.

Para ello es prioritaria una buena micro-circulación y sobre todo un buen flujo del liquido extracelular, que transporta los nutrientes, oxigeno, células inmunitarias y hormonas desde los vasos sanguíneos a las células. Sobre todo esta ultima empeora con la falta de movilidad de la zona.

El aparato digestivo también es muy importante químicamente, pues es la vía de entrada de la mayor parte de las sustancias químicas necesarias en el cuerpo. En este una buena movilidad también es necesaria para su buena función.

Aspecto emocional-neurológico

Las emociones y las procesos mentales en el organismo se traducen en funciones químicas y nerviosas, principalmente como parte del sistema nerviosos autónomo. Este regula entre otras cosas, el ritmo cardiaco, la respiración, la digestión, la temperatura corporal, el estado de alerta, la tensión de nuestros músculos, la lívido, el hambre, la sed o las ganas de ir al baño (aunque en algunos casos también influye el sistema hormonal).

Su buen funcionamiento está íntimamente relacionado con el aspecto químico (neurotransmisores) y con el mecánico (neurodinamia, síndromes compresivos o de atrapamiento).

Los principios de la osteopatía

Tradicionalmente se habla de una serie de principios en los que se basa la osteopatía. Si bien inicialmente se describen con palabras de su época (finales del XIX), siguen siendo válidos hoy en día. 

  • La unidad del ser. Todos los elementos del cuerpo están interrelacionados. Los tres elementos (físico, químico y nervioso/emocional) se influyen mutuamente y no pueden considerarse elementos aislados.
  • El cuerpo tiene tendencia a autorregularse. Trasladado a términos más actuales habla la homeostasis, del sistema inmune y hormonal. El cuerpo tiene capacidad de autorreparación y curación, cuando esto falla es cuando aparecen las disfunciones (si no hay daño en los tejidos u órganos) o las lesiones/patologías (cuando hay daño en tejidos u órganos).
  • Interrelación entre estructura y función. Cada parte del cuerpo tiene la forma necesaria para realizar su función. Alterando la forma, se altera su funcionamiento y alterando el funcionamiento se acaba alterando la forma. Esto se ve muy claramente en la forma que van adquiriendo los huesos desde el nacimiento hasta la edad adulta. Van adquiriendo su forma según las articulaciones se mueven y los músculos traccionan.
  • La circulación de los fluidos. La buena circulación de los distintos fluidos del cuerpo es vital para el funcionamiento de todas las células.

Otros puntos de vista

Se suele clasificar la osteopatía en estructura, visceral y craneal. Personalmente considero qué es una clasificación de técnicas, útil en la didáctica pero no para diferenciar tipos de osteopatía. Sea cual sea el tipo de técnica a emplear, intenta influir en alguno de los tres aspectos de la persona.

Siendo una ciencia relativamente joven como es, hay técnicas que aun están en discusión y están siendo estudiadas. En todo caso, que una técnica en concreto aun no haya demostrado su eficacia, no se puede extrapolar a la osteopatía en general. Haciendo un simil, que un fármaco en concreto esté en estudio o haya demostrado no ser eficaz, no pone en entredicho a la medicina en sí misma.

Osteopatía como filosofía

Si ya este texto es un punto de vista personal, este apartado lo es especialmente. Sin embargo, es un punto de vista común a muchos osteópatas con los que compartí experiencias y opiniones. En ningún caso pretende definir formalmente el aspecto filosófico de la osteopatía, tan solo mostrar cómo lo entiendo yo.

Además de entender la osteopatía como una forma de ver al individuo y como se relacionan sus elementos entre sí, se puede llevar un paso más allá y ver al individuo como si fuera una célula que forma parte de un organismo más global. Entiéndase este como sociedad o ecosistema.

En este sentido, entendemos que el individuo se ve beneficiado de mantener una relación «fisiológica» con su entorno. Por tanto, los actos de autocuidado que debe seguir incluyen el intentar mejorar el entorno en el que vive.

El concepto de buscar esas relaciones sanas con el entorno como ayuda a orientar el desarrollo personal, no es propio ni exclusivo de la osteopatía. Se apoya claramente en ciencias cómo la ecología o la sociología.

Esa visión de interrelación entre la mundo interno y externo del individuo, es lo que correspondería al aspecto filosófico/espiritual de la osteopatía (es importante no confundir espiritual con religioso).

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